Tengo 49 años, estoy casada y soy madre de tres hijos de 28, 25 y 17 años respectivamente. Soy una de las muchas mujeres que dedican los años de su adultez temprana a la casa, al cuidado de los hijos prácticamente.
Desde hace dos años decidí embarcarme en un proyecto que me tiene totalmente entusiasmada, estudiar grado de terapia ocupacional, aunque no es nada fácil llevar una casa, una familia, unos estudios y un desplazamiento diario de casi 3 horas hasta la universidad. Lo que sí es cierto es que cuando tomas una decisión de este tipo sopesas los pros y los contras de esta inversión y aunque pienses en lo duro del esfuerzo diario, al final tendrá su recompensa.
Aunque algunas universidades se adaptan a las necesidades prácticas de estudiantes en edades no tradicionales y ofrecen créditos por experiencia en la vida y aprendizaje anterior, en mi caso no contamos con estas estructura necesarias educativas y psicológicas de los adultos maduros o modos para aprovechar las ventajas cognoscitivas de los mismos.
El cerebro de los adultos tiene una ventaja, gracias a su rica experiencia, rapidez en reconocer la idea central o perspectiva completa de lo que enfrenta, ayuda a encontrar soluciones con mayor prontitud que los jóvenes.
En neurociencia:
- “inteligencia fluida” seria propia de los jóvenes con capacidad de memoria y procesamiento de la información
- “inteligencia cristalizada” propia de adultos de la que depende mayor riqueza de vocabulario y mejor priorización de información.
La teoría del flujo es un intento de explicación de lo que sucede cuando la realización de actividades provoca en el individuo una sensación tan placentera que la persona la realizará, incluso aunque tenga un alto grado de dificultad, por el puro placer de hacerlo.
Adjunto enlaces a webs interesantes con información de Teoria del Flujo y porque estudiar a partir de los 40 años.