Rubén Darío
Comenzábamos el tercer curso de Grado de Terapia, con una de las asignaturas que más aportarán al trabajo diario, que nosotros como futuros terapeutas, hemos de realizar. Los mayores escritores en Terapia Ocupacional definieron así las AVD:
Para Mossey en 1986, las AVD:
“Son todas aquellas actividades que uno debe de empeñar se o llevar a cabo para participar con comodidad en otras facetas de la vida. Estas actividades pueden ser subdivididas, en auto cuidado, comunicación y transporte. Las actividades de la vida diaria también incluyen la responsabilidad de ser uno amo de casa o administrador de la casa”.
Pedretti en 1981 dice:
“A actividades de la vida diaria son tareas de auto mantenimiento, movilidad, comunicación, manejo del hogar que permiten a un individuo alcanzar independencia personal en su entorno”.
Trombly (1983), postuló:
“Son aquellas que llevamos a cabo diariamente para prepararnos; es decir, son actividades auxiliares del que hacer principal que desempeña cada sujeto (sea este laboral, de mantenimiento del hogar, educativo, etc.)”.

ADQUISICION DE HABILIDADES

Desde estos planteamientos resumiríamos que el desarrollo de las actividades de la vida diaria comienzan desde el nacimiento en el que el recién nacido, parte de una serie de capacidades, como las que le permiten recibir información (percepción visual, auditiva y táctil) actuar a través de reflejos (succión, Entre deglución, búsqueda, etc.) transmitir información (llanto, expresiones emocionales, sonrisas).
Empezar a vestirse y desvestirse,(con pequeñas ayudas en edades tempranas) gestión del tiempo, adquisición de competencias, roles, independencia en edades adultas y mayor numero de responsabilidades así como cuidar de sí mismo y de otros,
Es a partir de la edad avanzada los 65 años se aumentan las diferencias individuales de actividades , debido al estado funcional , hábitos, aficiones , actividades previas y patológicas en definitiva hay un incremento de actividades satisfactorias.

PERDIDA DE HABILIDADES EN VEJEZ

La incapacidad para realizar por si mismo las actividades de la vida diaria se definen en Ley 39/2006 de la siguiente forma:
“Las tareas más elementales de la persona, que le permiten desenvolverse con un mínimo de autonomía e independencia, tales como el cuidado personal, las actividades domesticas, la movilidad esencial, reconocer personas, objetos, orientase, entender y ejecutar ordenes, o tareas más sencillas”.
El concepto de autonomía personal hace referencia al grado de independencia de una persona en un momento determinado. Una persona es independiente cuando es capaz de disponer libremente de su tiempo y de mantener la vida personal, social y cultural a la que habitualmente esté ligada.
La dependencia puede entenderse, como el resultado de un proceso que se inicia con la aparición de un déficit en el funcionamiento corporal como consecuencia de una enfermedad o accidente. Este déficit comporta una limitación en la actividad. Cuando esta limitación no puede compensarse mediante la adaptación del entorno, provoca una restricción en la participación, que se concreta en la dependencia de la ayuda de otras personas para realizar las actividades de la vida diaria.
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